lunes, 24 de septiembre de 2012

PROVERBIOS PARA ADOLECENTES




 PROVERBIOS PARA JOVENES


Estas etapas de la vida suelen ser las más divertidas y las de mayor aprendizaje, pero sin una buena guia y sin un buen ejemplo que dar y que seguir, podrían convertirse en las más desastrosas de tu existencia.

1. Hazte un hábito de orar todos los días.Ora especialmente que Dios te ayude a encontrar un buen marido o buena esposa (I Tes. 5:17).

2. No des demasiada importancia a ser popular con tus compañeros en la escuela que no son cristianos (1 Cor. 15:33). Francamente no tendrán mucha importancia en tu vida y no afectarán tu felicidad a largo plazo. Se cortés y amistoso con ellos y trate de animarles a pensar en asuntos espirituales contigo, pero no te preocupes si te rechazan o si te burlan de ti. Los que más afectarán tu vida son lo hermanos y compañeros espirituales.

3. Haz todo lo posible para pasar tiempo con otros cristianos que son jóvenes (Hechos 2:46). Invita a grupos de jóvenes cristianos a pasar tiempo en tu casa o en algún parque. Ahorra dinero para viajar donde hay reuniones de jóvenes cristianos.

4. Pide a hermanos y hermanas que son sabios en las escrituras a estudiar la Biblia contigo (Mateo 5:6; 2 Tim. 2:2).

5. ¡Lee!Toma un poco de tiempo todos los días a leer la Biblia. Aprende a leer buenos libros (1 Tim. 4:13).

6. Evita películas y revistas pornográficas. Son veneno espiritual. Aun muchas películas que el mundo no ve como pornográficas, tienen escenas diseñadas para estimular los deseos sexuales. ¿"Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan"? (Prov. 6:27)
Tu puedes tener una obsesión o una vida, pero no puedes tener las dos cosas. Elige tener una vida.

7. Evita el alcohol y las drogas narcóticas(Prov. 23:31-35). Repito, puedes tener una obsesión o una vida, pero no las dos cosas. Elige tener una vida .

8. No te apures en cuanto a tener novio/a.Los jóvenes que comienzan a obsesionarse por tener novio/a a una edad tierna, muchas veces se meten en problemas.

9. Al tener novio, ten cuidado con los toques y las caricias.El noviazgo no es el matrimonio y por tanto es pecado tocar y acariciar para estimular deseos sexuales durante esta etapa de vida (Mateo 5:27-30).

10. Ten paciencia.Las bendiciones del matrimonio son más profundas y duraderas cuando los jóvenes mantienen su pureza antes de casarse.

11. Aprende a usar los "frenos" (Santiago 4:7). Como el conductor de un auto tiene que usar frenos para no chocarse, así tienes que usar los frenos que Dios te ha dado por medio de la Biblia, tu conciencia y el buen consejo de otros. Aprende a usar bien tus frenos espirituales para evitar choques dolorosos. Aprende a decir "no" a las cosas no sanas. Entonces te irá bien con tu "auto" en esta vida y llegarás al cielo.

12. Escucha el consejo de tus padres.Te aman más que nadie y su experiencia les da sabiduría en cuanto a las cosas que te hacen daño. No seas obstinado o rebelde en cuanto al consejo de ellos (Proverbios 1:8).

13. Ocúpate en cosas sanas. En inglés hay un dicho que dice, "la mente vacía es taller del diablo". Cuando no tienes nada que hacer es cuando más vas a ser tentado a meterte en problemas. No pases demasiado tiempo mirando la televisión. Dedícate a las cosas sanas: los estudios, los deportes que son sanos, la música sana, el arte que es sano, las computadoras, la electrónica (la radio de onda corta, etc.), y más que nada el compañerismo con otros jóvenes cristianos (Eccl. 11:9-12:7).

14. Recuerda, no eres el centro del universo. Aprende a someterte a otros. Aunque eres muy importante a los ojos de Dios, El te ha puesto en un mundo de miles de millones de gente. No eres más importante que ellos. Todo el mundo no tiene que ceder a ti, sino tienes que aprender a ceder y sujetarse a otros (Ef. 5:21).

15. Sirve a otros.Según Jesús, la felicidad viene no por ser servido, sino por servir a otros. Aprende a visitar a enfermos, ancianos, madres con muchos niños, etc. Limpia la casa para ellos, haz favores para ellos. Así aprenderás la verdadera alegría (Mateo 20:25-28).

16. Se un dador, no un recibidor (Hechos 20:35). Toda la raza humana puede ser dividida en dos grupos: las personas que les gusta dar a otros y las que quieren siempre recibir. Aprende el gozo y la alegría que viene al dar.

17. Crece en sabiduría. Edúcate. No solamente conviene aprender la Biblia sino es bueno aprender también acerca del mundo que Dios nos ha dado. Solamente ten cuidado y nunca te olvides que la educación no te hace superior al campesino más humilde (Lucas 2:52).

18. Recuerde que hay mucho que los hombres no saben.No te asustes por las declaraciones bombásticas de profesores ateos en la universidad o en la escuela secundaria. Como dicen los dominicanos, son mucha espuma y poco chocolate. Por más sabiduría que tengas, más vas a comprender que los hombres, aun los profesores fanfarrones, saben muy poco (Is. 55:8,9).

19. Aprende a trabajar. El trabajo, aunque no siempre agradable, trae satisfacción a largo plazo (2 Tes. 3:10-12).

20. Teme a Dios y guarda sus mandamientos(Eccl. 12:13). 







PROVERBIOS PARA NIÑOS

 


 PROVERBIOS PARA NIÑOS

Hace unas décadas, el darles unas nalgadas a los niños era una práctica comúnmente aceptada. Sin embargo, en años recientes, el darles nalgadas (y otras formas de castigo corporal) ha sido reemplazado con “tiempos fuera” y otros castigos que no involucran la disciplina física. De hecho, el darle nalgadas a los niños ha sido considerado como ilegal en algunos países. Muchos padres temen corregir de esta forma a sus hijos, por el miedo a ser reportados al gobierno y que les sean quitados sus hijos. No hay que malentenderlo - de ninguna forma estamos abogando por el maltrato infantil. Un niño jamás debe ser disciplinado físicamente hasta el punto que pueda causarle un daño físico. Sin embargo, de acuerdo con la Biblia, es bueno que el niño cuente con restricciones y una apropiada disciplina física, que contribuya a su sano desarrollo y bienestar.

De hecho, muchas Escrituras promueven la disciplina física. “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá.” (Proverbios 23:13-14) Hay también otros versos que apoyan la corrección física (Proverbios 13:24, 22:5, 20:30). La Biblia habla enfáticamente de la importancia de la disciplina; es algo que todos debemos tener para ser personas productivas y es mucho más fácil aprenderlo mientras aún somos pequeños. Los niños que no son disciplinados, crecen en rebelión, no tienen respeto por la autoridad, y como obvio resultado, no estarán dispuestos a obedecer y seguir a Dios. Él utiliza la disciplina para corregirnos y guiarnos por el camino correcto; así como para llevarnos al arrepentimiento de nuestras acciones (Salmo 94:12; Proverbios 1:7, 6:23, 12:1, 13:1, 15:5; Isaías 38:16; Hebreos 12:9) Estos son sólo algunos de los versos que hablan sobre lo bueno de la disciplina.

Aquí es donde reside el problema; muchas veces los padres son, o muy pasivos o muy agresivos cuando se trata de disciplinar a sus hijos. Aquellos que no creen en el castigo físico, algunas veces carecen de la habilidad para corregir y disciplinar correctamente, causando que sus hijos crezcan como niños revoltosos y desafiantes. Esto lastimará a sus hijos a la larga. “La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre” (Proverbios 29:15). Luego, están aquellos padres que pueden malentender la definición bíblica de la disciplina (o tal vez es que sólo sean personas abusivas) y la usan para justificar el abuso y maltrato de sus niños.

La disciplina se utiliza para corregir y guiar a la gente por el camino correcto. “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11). La disciplina de Dios es amorosa, como debe ser entre el padre y el hijo. El castigo físico nunca debe ser usado para causar un dolor o daño físico permanente, sino como un golpe rápido (en el trasero, donde hay más “relleno protector”), para enseñar al niño que lo que hizo está mal y es inaceptable. Nunca debe ser usado sin control o para descargar nuestro enojo y frustraciones.

“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4). Criar a un niño en la “disciplina y amonestación del Señor” incluye la disciplina correctiva, establecer límites, y sí, amorosa disciplina física.